Cafetaleros de Ocoa se declaran en “emergencia” ante devastación causada por tormenta Melissa: “La caficultura está en peligro de colapso”

San José de Ocoa
El Núcleo de Caficultores de San José de Ocoa (NACASJO) declaró este miércoles un estado de emergencia en la caficultura provincial, tras los graves daños provocados por la tormenta tropical Melissa, que durante más de una semana descargó lluvias torrenciales sobre la zona, agudizando una crisis que —según advierten— amenaza no solo la producción agrícola, sino también la seguridad hídrica y energética nacional.
Una nota de prensa enviada a EL OCOEÑO, establece que: “el organismo detalló que los caficultores ocoeños venían arrastrando meses de vulnerabilidad debido a un doble golpe“.
- Impacto climático previo, con una prolongada sequía que afectó el desarrollo del grano, secándolo antes de su maduración óptima.
- Escasez de mano de obra, consecuencia de la crisis migratoria y las deportaciones masivas de trabajadores haitianos, lo que dejó sin personal suficiente para la recolección.
A esta situación se sumaron siete días consecutivos de lluvias intensas, que provocaron derrumbes, inundaciones y aislamiento de comunidades rurales. “La tormenta Melissa fue la estocada final para cientos de pequeños productores”, señala el comunicado.
Pérdidas millonarias y comunidades aisladas
El informe preliminar de NACASJO estima pérdidas de hasta un 30 % de la producción cafetalera, especialmente entre los pequeños y medianos productores.
- Miles de quintales de café maduro cayeron al suelo y no pudieron recuperarse, eliminando el ingreso anual de numerosas familias.
- Comunidades como El Rosalito, Monte Negro y otras del entorno del Río Nizao permanecen incomunicadas por el colapso de caminos y puentes.
- El grano remanente está en riesgo de fermentación y moho, reduciendo su calidad y valor comercial.
“La situación es insostenible. No solo estamos perdiendo café; estamos perdiendo suelo, agua y futuro”, afirmó un vocero de NACASJO.
Una crisis que trasciende lo local
El comunicado advierte que el problema de Ocoa no es solo agrícola, sino ambiental y energético. La erosión y los deslizamientos están arrastrando grandes volúmenes de tierra al Río Nizao, fuente que suministra el 40 % del agua al Gran Santo Domingo y alimenta las principales represas hidroeléctricas del país.
“¿De qué sirve invertir en reforestación si cada año la infraestructura colapsa?”, cuestiona el documento. “Los esfuerzos de los productores por sembrar café bajo sombra y proteger las cuencas son anulados por la falta de caminos interparcelarios y puentes seguros”.
Llamado urgente al Gobierno
NACASJO solicitó al Gobierno dominicano declarar en emergencia la caficultura de Ocoa y poner en marcha un plan de acción inmediato con dos ejes fundamentales:
- Asistencia económica directa a los pequeños productores para compensar las pérdidas estimadas en un 25 % de la cosecha.
- Reparación urgente de caminos y construcción de puentes definitivos en las comunidades de Monte Negro y El Rosalito, además de acelerar la pavimentación de la carretera a Mahoma, cuya infraestructura podría colapsar con las lluvias.



