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Ucrania tiene luz verde para atacar el territorio Ruso

Clima Geopolítico

Por: César R. Casado

Según informaciones suministradas por el periódico The New York Times el pasado 17 de noviembre, el presidente Joe Biden dio luz verde para que Ucrania utilice misiles Army Tactical Missile System (ATACM) contra Rusia. Este sistema de misiles supersónicos está diseñado para alcanzar objetivos de larga distancia, pueden llevar una ojiva con poderosos explosivos y alcanzar máximas distancias de hasta 300 kilómetros. Lo que los convierte en poderosos, letales e ideales para llegar a territorio ruso desde Ucrania. Esto eleva el conflicto a una mayor escala, pues, este tipo de arsenal militar puede penetrar fácilmente en territorio ruso. Una locura total.

Y es que, en efecto, Ucrania lanzó seis misiles balísticos el pasado martes 19 de noviembre, contra una instalación en la región rusa de Bryansk. De acuerdo con la publicación “¿Qué son los misiles de largo alcance ATACMS que Ucrania lanzó contra objetivos en Rusia?” de CNN en español, no se reportaron daños ni víctimas.

Biden, quien dejará el Despacho Oval en dos meses, podría dejar al mundo en un panorama de tercera guerra mundial. Por su parte, Vladimir Putin ya había advertido en septiembre que, si los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) daban el visto bueno para utilizar armas de largo alcance a Kiev, estos entrarían en conflicto directamente con Rusia. De modo que, la respuesta de Moscú será fuerte e inmenente, con armas de destrucción masiva, es decir, armas nucleares, si la escalada llega a este punto los países que integran la alianza activaran el artículo 5 del Tratado de la OTAN, que señala la Clausura de Defensa Colectiva:

“Las Partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la parte o Partes así atacadas….”

De suceder así, Rusia entraría de plano en conflicto con los 32 miembros, que entre los principales están Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, entre otros. Pues así, la guerra entraría a un punto de no retorno, además, provocaría que ciertos aliados de Rusia, como son los países socios de la organización intergubernamental integrada por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica (BRICS), se sumen al conflicto, lo que desembocaría en un escenario de tercera guerra mundial.

Cabe destacar que el conflicto entre Ucrania y Rusia inició el 24 de febrero del 2022, cuando el presidente Vladimir Putin declaró el inicio de una “operación militar especial”, una de sus justificaciones fueron los avances paulatinos de la OTAN a sus fronteras, que, según Putin, estas provocaciones amenazan la soberanía del pueblo Ruso, otra fue la idea de, en palabras de Putin previo la invación, la protección de “las personas que desde hace años se enfrentan a la humillación y el genocidio perpertados por el régimen de Kiev”.

La autorización por parte de EE.UU. para el uso de armas de largo alcance contra Rusia se produce después de un acercamiento que tuvo el canciller alemán, Olaf Scholz, con Vladimir Putin hace una semana. Es la primera llamada en dos años que se realiza desde Berlin al Kremlin, el objetivo de este contacto se debe a temas de una supuesta paz negociada, aunque en el fondo, Scholz busca una salida a la crisis económica y política que atraviesa Alemania fruto de la guerra. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha repercutido en el sector energético alemán, pues Alemania es codependiente del gas ruso. Persuadir a Putin podría ser una estrategia de la OTAN para ganar más tiempo en el escenario del conflicto.

Ante este panorama geopolítico, recomiendo la lectura de “La peligrosa transición de la hegemonía de Estados Unidos (Occidente) a la de China (Oriente” de Arsenio Hernández Fortuna. Esta obra podría considerarse una síntesis guiada por la cronología, sin descuidar ningún hecho relevante que permita comprender la evolución de la situación política mundial. El autor profundiza en la explicación de las razones y las causas que movían los intereses de los grandes actores mundiales.

Redacción El Ocoeño

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