Opiniones

El sueño americano de Donald Trump

Por José Henríquez

Donald Trump plantea eliminar impuestos sobre la renta, aumentar los aranceles, bajar la inflación, reducir los gastos de guerra, fortalecer las criptomonedas… volver a los años dorados de Estados Unidos. ¿Será posible?

El presidente Donald Trump sustenta su propuesta económica  en un empirismo histórico, tomando como referencia la política económica del presidente William Mckinley   (1897-1901), lo que algunos economistas denominaron “El Estado Desarrollista”, que promueve la industrialización, las exportaciones, la sustitución de importaciones, la reducción o eliminación de impuestos sobre la renta y el aumento de aranceles a los productos o artículos importados.

Vale resaltar, que William Mckinley fue el tercer presidente asesinado en Estados Unidos. León Czolgosz, hijo de inmigrantes, trabajador de una fábrica de alambre, de ideología anarquista, inspirado en Gaetano Bresci, decidió quitarle la vida a traición al presidente Mckinly, en un momento en que lo saludaba en un evento, el 6 de septiembre de 1901: el presidente número 25 del Partido Republicano y uno de los más populares en la historia de los Estados Unidos. Trump, orgulloso de Mckinley, ha reafirmado su admiración por éste y su política económica.

Tanto es así, que recientemente, el presidente Trump expresó que su “administración recuperará el nombre del Monte Mckinley porque creo que se lo merece… fue un gran presidente. Quitaron su nombre del Monte Mckinley”, refiriéndose a que el presidente Barak Obama y los demócratas le cambiaron el nombre por el de Denali, en el 2015, al monte más alto de Estados Unidos, sustituyendo el de Mckinley, denominado así, oficialmente, desde el 1917.

Trump no ha ocultado su admiración por el presidente Mckinley en todos los aspectos y ha planteado que retornará “La Edad de Oro” y que hará “a los Estados Unidos grande de nuevo”, como lo fue en el periodo de gobierno republicano de Mckinley, de quien dijo que fue “infravalorado” y que fue “el rey de los aranceles”; “hizo rico a este país”.

En ese sentido, Bloomberg, expresa que “Trump está listo para recetar más de la misma medicina arancelaria, incluyendo a los aliados de la Union Europea. Además de apuntar a China con nuevos aranceles de entre el 10% y el 60%, el expresidente asegura que impondría un arancel general de un 25% a las importaciones de otros países, como México”.

En cuanto a los impuestos sobre las rentas, Trump ha reiterado que Estados Unidos recauda un promedio de 4.2 billones de dólares anuales; mientras que por concepto de aranceles aduanales recauda 3 billones de dólares anuales; o sea, que sólo el 2% de los ingresos federales provienen del cobro de los aranceles y un 94% de impuestos sobre rentas y nóminas, por lo que ha planteado “acabar con el impuesto federal sobre la renta y sustituirlo por ingresos procedentes de los aranceles”.

Tasa del impuesto corporativo

“La tasa del impuesto corporativo, promedio, en los Estados Unidos era del 21%. La tasa impositiva corporativa en los Estados Unidos promedió 32.08% desde el 2009  hasta 2024, alcanzando un máximo histórico de 52.80% en 1968 y un mínimo record de 1.0% en 1910”. Fuente: Internal Revenue Services. Trading Economist. 

Además, Trump propone eliminar los impuestos federales sobre las propinas, las prestaciones, la seguridad social, el pago de las horas extras y eliminar el límite de las deducciones fiscales estatales y locales,  denominado SALT, que va a rebajar la tasa de impuestos a corporaciones a un 15% y que restablecerá la capacidad de las empresas e industrias para deducir inmediatamente las inversiones en equipos, investigación tecnológica y logística.

Tasa del impuesto sobre sociedades (Diciembre 2024)

Otras medidas del presidente Trump que van a crear impacto positivo en la economía de Estados Unidos, según algunos economistas, son las relacionadas con los combustibles fósiles: otorgará facilidades o permisos para que el sector petrolero y del gas amplíen sus exploraciones y explotaciones, reduciendo y/o eliminando incentivos al sector energético renovable. Con estas medidas, asegura que el fortalecimiento del sector de los combustibles fósiles contribuirá a la reducción de los niveles inflacionarios, favoreciendo al consumidor final.

Gabriela Berrospi, del equipo de estrategia de Robert Kennedy y Trump, expresó que “él está a favor del petróleo y quiere asegurarse que el bolsillo de los personas mejore. Ese es el enfoque a nivel de las tasas de bancos, de préstamos, hipotecas, a nivel de gasolina, bajar los precios del petróleo, también la comida”.

Por último, el presidente Trump se ha referido a la importancia de las criptomonedas y al fortalecimiento del dólar, preocupándose, a la vez, por la deuda externa e interna, por los altos gastos armamentistas, financiamientos de guerras y por la reserva federal.  

Veremos, entonces, si el sueño planteado por el presidente Donald Trump se convertirá en realidad, sin que le suceda lo mismo que le ocurrió al presidente William Mckinley.       

Redacción El Ocoeño

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