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San José de Ocoa
El exlanzador ocoeño Marcos Soto favoreció que el estadio municipal de béisbol amateur sea designado con el nombre de Luis Ney Subero Cabral (Guicho), debido a que tiene los méritos de sobra para merecer esa distinción.
Sus declaraciones se producen a propósito de un proyecto de ley en el Senado sometido por el senador Pedro Alegría que busca designar con ese nombre, el cual ha generado diversas reacciones que incluye a dirigentes deportivos de esta provincia, que opinan que debe ser con el nombre de Luis Báez.
Soto basó sus argumentos, en que tuvo la oportunidad de ver lanzar a ambos expeloteros y que el dominio deportivo de Guicho fue superior.
“Guicho y Luis Báez fueron dos grandes deportistas, cada uno en su época, ambos tienen los méritos, pero para poner el nombre al play de béisbol, Guicho tiene más, porque fue el primer ocoeño seleccionado para formar parte de un equipo de la República Dominicana que representó al país en una serie mundial de béisbol amateur celebrada en La Habana, Cuba en el año 1952”, sostuvo Soto.
“Nadie tiene más meritos aquí en Ocoa que Guicho”, reiteró a pesar de que dijo que le unen lazos de familiaridad con Báez.
Soto, que lanzó la blanqueada que le dio la primera victoria a la República Dominicana y luego se alzó con su primer oro en béisbol en unos Juegos Centroamericanos en el 1962, subrayó que Guicho era una sensación cuando subía al montículo.
“Recuerdo que cuando lanzaba con el equipo dominicano en las transmisiones de los juegos contra Cuba, decían ahí viene “Suberón”, debido a su potencial”, destacó.
“Desde el 1948, cuando se empezó a jugar beisbol amateur aquí y a formar parte de los equipos regionales del Sur, Barahona, Baní y San Juan, Guicho empezó con apenas con 17 años, los récords que tiene Guicho durante esos torneos están ahí, tiró no hitter, y grandes salidas, fue refuerzo del equipo San Cristóbal cuando ganaron un torneo nacional. Guicho tiene méritos suficientes para que le pongan su nombre”, comentó.
PERIODISTA OPINA
En tanto, el periodista Fremio Ortiz coincide con Soto al señalar que colocar el nombre de una persona viva a una obra de ese tipo se suele hacer luego de su muerte.
“Por el hecho de haber fallecido, también califica, porque muchas veces la comunidad de que se trate se abstiene de designar con el nombre de una persona que esté viva, por si acaso, comete algún error, porque muchas veces no es como se comienza, sino como se termina. Además de que Guicho tuvo una vida ejemplar”, puntualizó Ortiz.