Willy Ortiz
ElOcoeño.com
San José de Ocoa
La viuda y tres hijos de comerciante asesinado a palos hace casi cinco años, en Arroyo Cañas, Municipio de Rancho Arriba de Ocoa, pidieron a las autoridades competentes profundizar las investigaciones a los fines de apresar a los culpables del crimen atroz.
Mejía definido como un hombre honesto y trabajador, fue ultimado a palos y con un objeto presumiblemente filoso con el que recibió un golpe contundente en La cien el 19 de octubre de 2013 en su propio negocio.
Según el procurador fiscal, Rafael Melo, a cargo del caso, Delfín tenía RD$16 mil pesos en uno de los bolsillos del pantalón, lo cual no se llevaron, ni nada del colmado de su propiedad.
“Han pasado casi 5 años y estamos pidiendo justicia, pero no hemos tenido respuestas”, dijo su hija Gleidy Mejía, arquitecta.
“Se olvidó este caso de mi papá, qué ha pasado, solo dicen que están investigando, dónde está la vida humana”, se quejó.
En tanto que la viuda, Maritza Soto, dijo que vino al tribunal junto a tres hijos para que este caso no quede impune.
“En Rancho Arriba, después de la muerte de mi esposo han ocurrido otros hechos y no hay respuestas”, relató entre sollozos.
Recordó que el día del asesinato estuvo con Delfín en el colmado y salió a la casa.
“Me fui a la casa y lo dejé solo en el negocio. Cuando volví estaba tirado en el suelo. Me volví loca gritando para que alguien ayudara”, contó la mujer.
En su visita al palacio de Justicia estuvo acompañada de Junior Mejía y Melquin Mejía, otros de sus hijos.
La fiscalía de Ocoa investigó a cinco personas que estuvieron detenidas, según parientes de Delfín pero que fueron puestas en libertad por falta de evidencias.